
El Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Santa Fe concretó la liberación de 460 animales silvestres en sus hábitats naturales durante los primeros diez meses del año. Del total, 392 fueron aves, 61 mamíferos y 7 reptiles, todos recuperados de situaciones de mascotismo, tráfico ilegal o tenencia indebida, destacándose el emblemático caso de un aguará guazú.
Balance de Reinserciones y Origen de los Rescates
La cifra de 460 liberaciones, concretadas por el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Santa Fe entre enero y octubre, se enmarca en una «acción programática vinculada a una estrategia provincial sostenida de rescate, rehabilitación y reinserción de fauna», según remarcó el ministro Enrique Estévez. El funcionario destacó que esta iniciativa «refleja el compromiso de la gestión del gobernador Maximiliano Pullaro y de la vicegobernadora Gisela Scaglia con la defensa y preservación de la biodiversidad santafesina».
Las especies reinsertadas incluyen 392 aves, 61 mamíferos y 7 reptiles. Todos estos ejemplares fueron recuperados de situaciones de mascotismo, tráfico ilegal o tenencia indebida. Los rescates son ejecutados por la Dirección de Manejo Sustentable de Fauna de la provincia, en colaboración con la Guardia Rural de la Policía de Santa Fe, y gestionados principalmente desde el Centro de Rescate, Investigación e Interpretación de Fauna Silvestre “La Esmeralda”.
El Proceso de Recuperación y Liberación
La mayoría de los animales ingresa al centro tras una denuncia ciudadana. Una vez allí, pasan por una exhaustiva revisión veterinaria inicial y un proceso de cuarentena, recuperación y evaluación etológica. Este camino se extiende hasta que los especialistas definen su reintroducción a ambientes naturales apropiados.
Al respecto, Estévez subrayó la importancia de estas acciones: «La biodiversidad no es un concepto abstracto: es parte del entramado que sostiene la vida en nuestros territorios. Estos números representan que como sociedad podemos revertir daños y proteger nuestra biodiversidad».
El Caso Emblemático del Aguará Guazú
Uno de los hitos recientes de esta política de conservación activa fue el rescate y la posterior liberación de un aguará guazú juvenil. Este ejemplar fue hallado en la ciudad de Coronda y, tras recibir atención veterinaria especializada en el Centro de Rescate La Esmeralda, fue reinsertado en la Reserva Natural “El Fisco”, ubicada en el departamento San Cristóbal.
El operativo incluyó la colocación de un collar de telemetría. Este dispositivo permite monitorear sus desplazamientos y generar información crucial para la protección de esta especie, declarada Monumento Natural por la Ley Provincial N.º 12.182. “La recuperación y liberación de este aguará guazú refleja el camino que estamos transitando: construir un modelo de conservación activa, con ciencia, compromiso ambiental y respeto por la biodiversidad”, afirmó el ministro Estévez.
Acciones Continuas y Variedad de Especies
Las liberaciones se llevan a cabo en reservas naturales, áreas protegidas y territorios que ofrecen condiciones ambientales óptimas para cada especie. Durante el mes de mayo, se registró la cifra más alta de liberaciones del año, con un total de 221 animales reinsertados, en su mayoría aves canoras recuperadas del comercio ilegal de fauna silvestre.
También se destacan intervenciones con mamíferos variados como carpinchos, comadrejas, coatíes y monos carayá. Muchos de estos ejemplares llegaron al centro en el marco de convenios interprovinciales y operativos conjuntos. Desde el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático, se recuerda a la población que ante cualquier caso de tenencia ilegal de fauna silvestre o situaciones de mascotismo, las denuncias deben realizarse al 911, lo que activa el protocolo de intervención con las fuerzas de seguridad y equipos técnicos.
La Transformación del Centro La Esmeralda
El Centro de Rescate, Investigación e Interpretación de la Fauna “La Esmeralda” (Criif), ubicado en la ciudad de Santa Fe, está experimentando un profundo proceso de transformación institucional. El objetivo es consolidarlo como un espacio público de referencia dedicado a la atención, recuperación y rehabilitación de fauna silvestre, a la generación de conocimiento científico y a la educación ambiental.
Actualmente, se están implementando diversas líneas de trabajo que apuntan a este fin. Estas incluyen desde la atención veterinaria especializada y la reinserción de ejemplares en su hábitat natural, hasta la articulación con universidades, otros centros de fauna y gobiernos locales para desarrollar estrategias de conservación a largo plazo. Este proceso representa un cambio de paradigma respecto del rol histórico del predio, conocido anteriormente como “Granja La Esmeralda”. Durante décadas funcionó como una estación zoológica con un enfoque principalmente recreativo, albergando animales domésticos y silvestres. Hoy, esa etapa está siendo superada, y La Esmeralda se proyecta como un centro moderno que articula ciencia, tecnología y compromiso ambiental, posicionándose como un actor clave en la conservación de la biodiversidad santafesina.
