
Las cenizas de Miguel Ángel Russo, el recordado ex entrenador campeón con Boca Juniors, fueron esparcidas este jueves en el estadio La Bombonera, en cumplimiento de su último deseo expresado en vida. La emotiva y privada ceremonia contó con la presencia de su familia y allegados, dando inicio a una serie de homenajes que se extenderán a Rosario, Lanús y La Plata, ciudades significativas en su extensa trayectoria en el fútbol argentino.
La Despedida Íntima en La Bombonera
La ceremonia en el estadio de Boca Juniors se llevó a cabo con gran intimidad y profunda emoción, en el lugar que Miguel Ángel Russo consideraba su casa futbolera y donde forjó parte fundamental de su legado como director técnico. Russo había fallecido el pasado 8 de octubre a los 69 años, tras una prolongada lucha contra un cáncer de próstata. Previamente, su velatorio también se había realizado en el estadio, evidenciando el fuerte vínculo que mantenía con la institución xeneize. Tras el homenaje en La Bombonera, sus restos fueron trasladados a un cementerio privado en Pilar para su cremación, marcando el inicio de su despedida itinerante.
Un Recorrido por sus Clubes del Alma
Tal como lo había solicitado en vida, las cenizas de Miguel Ángel Russo también serán esparcidas en otros tres estadios que marcaron hitos en su carrera profesional. El primero de ellos es el de Rosario Central, club que dirigió con el cual mantuvo una fuerte identificación; el segundo, el de Estudiantes de La Plata, donde se destacó como jugador; y finalmente, el de Lanús, institución en la que también dejó su impronta como director técnico. Esta serie de tributos busca honrar la vasta trayectoria de Russo, una vida atravesada por la pasión del fútbol argentino en cada uno de estos emblemáticos escenarios.
El Legado de un Campeón: Russo y su Huella en el Fútbol
Miguel Ángel Russo fue reconocido en el ambiente del fútbol por ser un hombre de códigos. Su paso por los diversos clubes estuvo siempre signado por el trabajo constante, la calma en la dirección y una relación directa y respetuosa con sus jugadores. Su nombre quedó grabado en la memoria de los hinchas de Boca Juniors al coronarse campeón de la Copa Libertadores en 2007, un hito que lo consolidó como uno de los entrenadores más valorados de la historia xeneize. Con esta despedida que se convierte en un homenaje itinerante, sus cenizas recorrerán los campos donde dejó una huella imborrable, permaneciendo presente en el corazón de la cancha, el lugar que más amaba.
Un Gesto de Reconocimiento: Bianchi y Riquelme
En un acto que refuerza la identidad xeneize, la actual dirigencia de Boca, encabezada por Juan Román Riquelme, tiene previsto rebautizar el Centro de Entrenamiento de Ezeiza con el nombre de Carlos Bianchi. Esta iniciativa busca inmortalizar al entrenador más ganador en la historia del club de La Ribera. Si bien Russo y Bianchi no compartieron equipos, sus trayectorias se cruzan en el afecto del hincha y en la exigente historia del banco de suplentes de Boca, dejando ambos un legado de títulos, enseñanzas y, sobre todo, un profundo respeto en el fútbol argentino.
