
Más de 15.000 efectivos de las Fuerzas Armadas Argentinas solicitaron la baja voluntaria entre diciembre de 2023 y la actualidad, según confirmó el Ministerio de Defensa. El factor económico se erige como la principal causa de esta salida masiva, que genera preocupación en el ámbito de la defensa nacional.
Crisis en las filas militares: miles de bajas voluntarias
El Informe 144 de la Jefatura de Gabinete expuso la preocupante cifra de más de 15.000 bajas voluntarias en las Fuerzas Armadas en menos de dos años. El dato, revelado en respuesta a la pregunta parlamentaria n° 447, refleja la magnitud de la crisis que atraviesan las filas militares, donde los problemas económicos se imponen como el principal motivo de renuncia. El Ministerio de Defensa detalló que, desde el 10 de diciembre de 2023 hasta la fecha del informe, 15.415 efectivos de la Armada, el Ejército y la Fuerza Aérea presentaron su renuncia voluntaria. Este número incluye oficiales, suboficiales y soldados voluntarios. El documento también contempla retiros anticipados, ceses de contrato y destituciones, ampliando el impacto del fenómeno.
Distribución de las bajas por Fuerza
En la Armada Argentina, 89 oficiales, 779 suboficiales y marineros voluntarios solicitaron la baja, representando el 10,25% del total de bajas en la fuerza para los oficiales. La Fuerza Aérea Argentina registró 137 oficiales, 344 suboficiales y 1989 voluntarios que abandonaron la institución. En este caso, más del 80% de las bajas corresponden a la tropa voluntaria. El Ejército Argentino fue la fuerza más afectada, con 421 oficiales, 1327 suboficiales y 10.329 soldados voluntarios que se retiraron. Más del 85% de las bajas en el Ejército pertenecen a la tropa. El informe también destaca 185 retiros anticipados de oficiales y suboficiales, y 119 bajas entre civiles contratados. En total, 647 oficiales, 2450 suboficiales y 12.318 voluntarios abandonaron las Fuerzas Armadas desde diciembre de 2023.
Motivos económicos y consecuencias operativas
Si bien el documento oficial señala la situación económica y salarial como el principal factor, también se mencionan motivos personales, proyectos profesionales fuera de las Fuerzas y situaciones particulares. La salida masiva de personal capacitado, con experiencia en operaciones y años de entrenamiento, representa una pérdida significativa de capacidades operativas difícil de reemplazar. Cubrir estas vacantes implica un proceso largo y costoso, ya que la formación militar requiere años de inversión. Cada baja voluntaria no solo significa una pérdida individual, sino también un retroceso en la eficacia y preparación de las Fuerzas Armadas.
La retención de efectivos: un problema estructural
La dificultad para retener efectivos no es nueva. Informes anteriores ya advertían sobre la creciente tendencia de bajas voluntarias y retiros anticipados. Sin embargo, la cifra actual supera ampliamente los registros previos y enciende una señal de alarma en la política de defensa nacional. Un ejemplo claro es el caso de la Fuerza Aérea. Entre 2020 y 2024 egresaron 252 oficiales de la Escuela de Aviación Militar, pero en el mismo período 268 oficiales pidieron la baja y otros 420 se retiraron. Entre los suboficiales, se egresaron 716, mientras que 515 solicitaron la baja y 1326 se jubilaron. Esta comparación demuestra que, en algunos casos, la fuerza pierde más recursos humanos de los que logra incorporar.
