El nuevo espacio literario dispuesto en la casona de Buenos Aires 2565 está conformado por libros que ponen en valor la identidad cultural forjada desde el federalismo

En tiempos en los que la tecnología impuso con prepotencia cambios sustanciales en los hábitos, que surjan actos de resistencia cultural amerita una puesta en valor. Más cuando se trata de la inauguración de un espacio que quiere preservar la importancia de una identidad que tiene anclaje en una historia compartida. Por ello es que la reciente apertura de la biblioteca en el Centro Entrerriano Pancho Ramírez, de Rosario, constituye una buena noticia. Allí, en la casona de Buenos Aires 2565, la organización civil sin fines de lucro desafió el avance de los libros digitales y se sumó a la revalorización del hábito de la lectura de libros físicos con la creación de un espacio literario patrimonial de la historia de Entre Ríos. Con ediciones en las que convergen las diferentes vertientes culturales.

También la vigencia de un lugar representativo de una provincia argentina en Rosario configura un hecho para destacar, ya que era una característica que las grandes ciudades cuenten con casas provinciales que constituían como puntos de referencias para las diferentes migraciones internas, sin embargo muchos de estos lugares fueron cerrando.

“La comunidad participa mucho de los eventos de la biblioteca”, dice Mariela Aviani, cofundadora del espacio.
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La licenciada Maricel Sauan es la presidenta del Centro Entrerriano Pancho Ramírez, y en la acto de inauguración afirmó: «Es un orgullo para todos nosotros poder concretar la inauguración del nuevo espacio físico de la biblioteca Delio Panizza. Y lo hacemos con la certeza de que en los distintos estantes están los libros que expresan las voces, acciones y sentimientos de los hombres y mujeres que jalonaron de gloria la historia de nuestra provincia, de los hechos y acontecimientos que marcaron con pasión y nobleza los ideales de federalismo y libertad, del coraje y valor de los pueblos originarios, del espíritu emprendedor de los gauchos judíos, de los alemanes del Volga, de los italianos, españoles, árabes, croatas, polacos y tantas otras familias de gringos que se acriollaron a las costumbres de esta tierra gaucha».

«También escuchamos en nuestra Delio Panizza el canto de nuestros poetas y escritores, de la dulce chamarrita, del tango montielero, de la bailanta chamamecera y del ritmo bullicioso de las comparsas. Todo enmarcado en este suelo entrerriano abrazado por dos grandes ríos, un Paraná de calandrias y un Uruguay de zorzales. Cientos de arroyos y lagunas de aguas serenas y claras que se deslizan mansamente entre la fronda de los montes donde crece el tala, se agiganta el ñandubay y prodiga sus flores el ceibo en lo alto de las cuchillas donde el zorzal entona su nostálgica canción», agregó.

Y la titular del Centro Entrerriano concluyó: «Paradoja del destino, la casa natal de Pancho Ramírez, el Supremo Entrerriano en Concepción del Uruguay, fue adquirida en su momento por Delio Panizza, el poeta ilustre, para organizar el Museo de la Montonera reuniendo lanzas, sables, uniformes, trofeos y ponchos de los caudillos, último baluarte de la democracia gaucha que exigió al centralismo porteño el cumplimiento de los ideales de Mayo de 1810».

Claro que la inauguración de esta biblioteca contó con la colaboración de los integrantes del Centro Entrerriano, entre ellos el de Celia Portaneri, la bibliotecaria que desarrolló una decisiva labor profesional en la clasificación y selección de libros, como así Leandro Guzmán, quien ideó la reactivación de este espacio y se inspiró en eso para hacer su tesis de estudios superiores en bibliotecología.

En el acto inaugural también estuvieron presentes representantes culturales del gobierno de Entre Ríos y de la ciudad de Victoria, como así directivos y socios del Centro Entrerriano.