Luego de anunciarse la comercialización de un dispositivo cardíaco en Francia.

 

Luego de que el grupo francés Carmat anunciara que va a comercializar su corazón artificial, indicado para personas con insuficiencia cardíaca terminal, a partir del segundo trimestre de este 2021, el ingeniero Fernando Ballina, coordinador de bioingeniería y docente de la Universidad Nacional “Arturo Jauretche”, reveló que “en Argentina no estamos lejos de lograr algo así”, y que ya hubo varios proyectos.

El profesional reveló que, sobre este tema, “hubo muchas iniciativas de la Fundación Favaloro, y para nada es algo lejano para la Argentina”.

Respecto de las características de este corazón artificial, explicó que “estos dispositivos generan un flujo circulatorio de sangre que suple total o parcialmente la función del corazón, en situaciones de fallas crónicas o severas, o sea en personas que tienen una insuficiencia cardíaca que está esperando un trasplante y como la cantidad de donantes o de corazones disponibles nunca es lo que se necesita, éste permite que la persona pueda esperar su trasplante de corazón un tiempo prudencial¡ con este órgano artificial”.

Dijo que se trata de un proceso que viene de hace muchos años, y que “sigue siendo una tecnología muy costosa y que todavía no tiene gran inclusión en el mercado de la salud”.

“Lo que se fue logrando a través del proceso es que, en éste en particular que es de tercera generación, una duración de cinco o más años. Son de menor tamaño, menor exposición a cables, menor fricción entre sus componentes. Se ha mejorado en que duren más tiempo, que tengan componentes más biocompatibles, que sean de menor tamaño y de menor complejidad para el paciente”, puntualizó.