Acompañados por el buen clima, los comercios trabajaron en un promedio del 50%. Los gastronómicos se quejan por las limitaciones

El buen clima del domingo posibilitó que los establecimientos gastronómicos, en especial los que cuentan con espacios al aire libre, trabajaran fuerte como sede de festejos para el Día de la Madre. En promedio, la actividad funcionó al 50 por ciento. Las reservas se tomaron más allá del mediodía, que contó con dos turnos para satisfacer la demanda, y un grupo importante de gente utilizó la alternativa de desayunos y meriendas. El resto tuvo un alto nivel de ocupación, pero el límite de 30 por ciento de comensales puertas adentro acotó mucho la posibilidad de venta.

Las postales fueron distintas a las de siempre. No hubo colas, los bares y restaurantes no se mostraron atiborrados de clientes y las mesas fueron estrictamente de cuatro. “Hubo lugares con una convocatoria importante, obviamente respetando el límite bajo techo y el distanciamiento. El reglamento que tenemos no es bueno, pero podemos decir por el día que hizo, todo lo que es al aire libre tuvo buena demanda”, explicó Carlos Mellano, presidente de la Asociación Hotelero Gastronómica de Rosario (Ahegar).

La restricción a la cantidad de personas puso a los comerciantes en problemas para tomar reservas, porque las mesas tienen la restricción de cuatro comensales y muchas familias no quisieron comer separadas. Algunos locales, los que pudieron, aprovecharon los balcones para sumar espacio.

Se implementó una nueva modalidad con dos horarios y extendiendo el almuerzo, uno a las 12 y otro a las 14, para ir regulando la cantidad de personas que se podían tener en los establecimientos. “Nunca se echa a ningún cliente, pero cuando tenés que satisfacer la demanda, al que viene le tenés que decir que el servicio va a durar una hora y media, es una nueva forma para poder atender a todos”, explicó el referente del sector.

 

Buen clima

“En líneas generales ayudó el tiempo, no fue el Día de la Madre de otros tiempos, por los condicionantes mencionados. Podríamos decir que no fue bueno, pero tampoco malo. Los que tuvieron adentro del 30 por ciento dieron turnos. Lo que es al aire libre fue más espontáneo, siempre que se conjuguen elementos como la sombra, que no todos los lugares tienen”, inició Mellano.

En tanto, las rotiserías, una alternativa para agasajar a mamá sin que nadie cocine, tuvieron cola. El rubro mostró un movimiento importante y se vio bastante gente en ese tipo de locales.

El sábado también fue un día con bastante trabajo, porque ayudó mucho el clima.

“Estamos en un período en el que el tiempo ayuda. Los que tienen la alternativa del aire libre, van a tener ventaja con respecto a la otra parte de la gastronomía, parrillas y demás, que, si no tienen al aire libre, van a tener problemas”, apuntó el titular de Ahegar. Es que el cumplimiento del protocolo, sostienen desde esa asociación, acota mucho la venta.

Los comercios que tienen espacio afuera, en patios y veredas, no tienen problemas, mientras respeten el distanciamiento y la cantidad de comensales de acuerdo a la habilitación que tienen. Pero, por ejemplo, las parrillas de calle Pellegrini que no tienen esa opción, se ven coartadas por la limitación del porcentaje y están condicionadas para el desarrollo de la actividad.