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Fabrican camas reciclables para pacientes con coronavirus

Investigadores, docentes y estudiantes de la Universidad Nacional de Tres de Febrero empezaron a fabricar un modelo de camas ecológicas o ecocamas, diseñadas especialmente para pacientes leves de Covid-19 que se encuentren en los hospitales modulares y centros de aislamiento inaugurados estos últimos meses.

 

Ecocama diseñada por estudiantes y docentes de la Universidad Nacional de Tres de Febrero para pacientes leves de Covid-19.

Las camas, hechas con cartón corrugado y materiales reciclables, serán donadas en las próximas semanas al Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, a la Municipalidad de Tres de Febrero y también a varias ciudades del interior de la provincia, fuera del AMBA.

Fueron desarrolladas por integrantes de la Maestría en Tecnología y Estética de las Artes Electrónicas de la UNTREF y las bautizaron Kawitu, que en lengua quechua y mapuche significa “cama”.

La pieza ecológica fue construida a base de un sistema de paneles de cartón corrugado que puede soportar hasta 200 kg. Esto la convierte en una estructura sólida y de gran rigidez, mientras que al mismo tiempo es 100% reciclable.

Mariela Yeregui es una de las principales coordinadoras del proyecto.

Mariela Yeregui es una de las principales coordinadoras del proyecto.

“Lo que nosotros quisimos fue pensar este proyecto en términos de sustentabilidad. Ya estamos viendo en las noticias mares llenos de barbijos. La pandemia del coronavirus tiene un gran impacto a nivel ambiental también”, explicó Mariela Yeregui, directora de la Maestría y a cargo del proyecto.

“Además, el cartón es una materia súper noble y es de bajo costo. Yo sé que en el imaginario nuestro el cartón está muy asociado a situaciones de vulnerabilidad, pero para mí hay un rescate en todo esto”, agrega.

Si bien este tipo de ecocamas ya fueron implementadas en países como India, China y Japón, la propuesta de este trabajo incorpora otras características únicas y propias: una instalación lumínicaestantes y bolsillos en los que el paciente puede guardar sus pertenencias y, tal vez el aspecto más innovador, un código QR impreso en la misma cama para que con el celular pueda acceder e interactuar con contenidos culturales como música y podcasts.

El desarrollo de iluminaria del interior de la cama se activa a partir de un dinamo. Además cuenta con una luz LED y el plafón que la envuelve  está hecho con biomateriales.
El desarrollo de iluminaria del interior de la cama se activa a partir de un dinamo. Además cuenta con una luz LED y el plafón que la envuelve está hecho con biomateriales.

Entre la programación que se ofrece se pueden encontrar principalmente trabajos producidos por los mismos docentes y artistas de la UNTREF. “Hicimos una convocatoria a artistas de la propia comunidad universitaria. La idea era que los trabajos que presentaran tuvieran en cuenta a esa otra persona que está en una situación de aislamiento y pasando por una enfermedad”, remarcó Yeregui.

Se incluyeron contenidos como lecturas de poemas, temas musicales y videos. Todos atravesados por la misma consigna: enviar un mensaje positivo y de acompañamiento al paciente.

Estantes y bolsillos en los que la persona puede guardar sus pertenencias dentro de la cama.

Estantes y bolsillos en los que la persona puede guardar sus pertenencias dentro de la cama.

Por otro lado, también decidieron imprimir en las paredes de estas camas un número de WhatsApp para que se puedan comunicar con los propios artistas. La idea fue que la cama sea una interfaz de comunicación, que la experiencia no sea unidireccional.

La movida se coordinó a partir de la convocatoria “Proyectos Covid-19” realizada por la Agence Universitaire de la Francophonie (AUF), asociación que reúne a cientos de universidades y centros de investigación científica y promueve proyectos dentro de estos establecimientos.

Este particular proyecto presentado por los docentes e investigadores de la Untref fue la única propuesta presentada de nuestro país. Los estudiantes de la Maestría también elaboraron máscaras de protección facial utilizando impresoras 3D. En total fueron distribuidas casi 1.000 máscaras.

Parte del equipo que diseñó las camas Kawitu.
Parte del equipo que diseñó las camas Kawitu.

Cuando la pandemia se considere superada por la OMS, en caso de que estas camas dejaran de ser necesarias, pueden ser recicladas fácilmente. De todas maneras, quienes participaron de este proyecto apuestan a que no desaparezcan y se puedan seguir utilizando. “Podría ser también una solución para otros lugares como centros de acogida u hogares”, sugiere finalmente Yeregui.

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